camisetas de futbol del futuro

Por supuesto, la asociación no se hacía responsable de nada. Una de esas cláusulas tan bonitas decía que si el adoptante muere, los familiares tienen un plazo de 48 h para entregar el perro de nuevo a la asociación. Todos los deberes para el adoptante eran así: imperativos, con plazos de entrega ridículamente cortos y con sanciones ante su incumplimiento.