Con ellos hice muy buenas migas y decidí continuar mi ruta panamericana en su compañía ya que seguía idéntico itinerario. La zona de mushing es como la Academia de O.T., por un lado están los perros con experiencia (como si fueran los miembros del jurado) y por otro los aspirantes a correr como locos tirando de un trineo, que son éstos tan majetes.