La idea es tener los sectores próximos entre sí y conseguir superioridad numérica junto al balón” (Frade, 2002). En la misma línea de pensamiento, Bangsbo y Peitersen (2002) afirman que “un equipo con un buen funcionamiento se comporta como una unidad compacta a la hora de defender”. En esta medida, quedamos con la idea de que la «defensa en zona» se trata de una forma de organización defensiva más económica en términos energéticos cuando es comparada con la «defensa hombre a hombre» o «individual». O sea, se caracteriza esa forma de organización defensiva por una suma de acciones individuales no coordinadas colectivamente y apenas referenciadas a adversarios ( el tal «juego de pares» donde el equipo busca «encajar» en el adversario), en la que ni la coherencia de movimientos del equipo, ni la ocupación racional del espacio de juego nos parecen posibles. Si en la defesa «hombre a hombre» e «individual» los jugadores adversarios son, de hecho, las «referencias» de «marcaje», en la «defensa en zona» no es así. Nos parece difícil. Recordamos que el objetivo de hacer el «campo grande» es aumentar las distancias entre los jugadores adversarios y, de hecho, la lógica de funcionamiento de la «defensa hombre a hombre» parece no contrariar esta idea (como sería de suponer).
” (Mourinho, 2002a), intenciones que se alejan claramente de la idea que está subyacente en la «defensa hombre a hombre» e «individual». Es preciso, después, que estas dos intenciones se constituyan como principios del juego, los cuales sólo se manifestarán como regularidades del esquema de juego del equipo cuando sean debidamente entrenados y aprehendidos por el mismo. Por lo tanto, el equipo acaba por desequilibrarse posicionalmente en la transición, momento del juego que, como vimos, parece ser crucial. La distinción del color y la tela deben ser de la más alta prestigio. Atacar no es colocar seis o siete jugadores dentro del área contraria. De ahí que yo diga que los jugadores se posicionan en función de la pelota. ”. Según el mismo autor, a pesar de que éste sea un juego opinable donde sólo el resultado es indiscutible, hay verdades que a veces pierden, aunque sean indiscutibles, por eso, “en el fútbol la grandeza sólo es posible con el respecto por la zona”. Por eso, para el autor, cubrir los espacios es mucho más importante que «marcar» a los jugadores adversarios.
«campo pequeño» cuando los adversarios están, de partida, en disposición de «campo grande»? Intentaremos ahora comprender cómo debe ser la adecuación de la «defensa en zona» y de la «defensa hombre a hombre» frente a esa intención de hacer el «campo pequeño» a la hora de defender. Para terminar este punto, queremos intentar aclarar un poco mejor el porqué de ser tan difícil hacer una «zona presionante» avanzada. Carvalhal afirma que tanto se puede hacer presión avanzada con una «defensa hombre a hombre» como con una «defensa en zona». No nos sorprende, pues, el modo como Mourinho (2002d) concibe su «jugar bien»: “Me gusta que mi equipo sea un equipo con posesión de pelota, que la haga circular, que tenga muy buen juego posicional y que los jugadores sepan claramente cómo posicionarse. Se debe prestar atención en la explicación de Rinus Michels sobre la forma cómo su equipo debería realizar ese pressing.
”. Como veremos en los párrafos que siguen, no somos los únicos en pensar de esta forma. Algunos con extremos, tipo Overmars, otros con medios como Henry, otros con hombres de largo recorrido, tipo Jarni, o hasta con defensas laterales como Roberto Carlos. La verdad es que así, las franjas laterales estarían ocupadas y eso permite dar amplitud a las tentativas de ataque. Los que colocan nueve hombres detrás de la línea de la pelota y dan puntapiés largos en la dirección de dos excursionistas que dejan solos y aislados en ataque no tienen ese problema, mas aquéllos que intentan jugar ya se habrían dado cuenta de que los accesos al área están menos congestionados por fuera”. ”. Está así creado, en un plano teórico, un conflicto de intenciones: el ataque (la organización ofensiva), para intentar superar a la defensa (la organización defensiva adversaria), debe procurar hacer el «campo grande» y así crear espacio y tiempo para realizar sus acciones táctico-técnicas; la defensa, para dificultar el ataque, debe procurar hacer el «campo pequeño», creando superioridad numérica junto a la pelota y reduciéndole el espacio y el tiempo en el campo. Afirma también que, con esa forma de organización defensiva, estamos a dar una ventaja al equipo adversario, pues en vez de ser nosotros los repartamos los espacios, camisetas futbol baratas 2022 es el adversario el que los reparte a su gusto.
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