Enseguida llegaron los bomberos, las ambulancias, los rescatistas, una camilla detrás de otra, las sirenas que no paraban de sonar, el peligro de una segunda explosión. A mí (y esto es una opinión estrictamente personal) me gusta bastante. Yo no encontré ninguna diferencia entre una camiseta de Kyrie Irving que compré aquí y una que tengo oficial de Lebron James.